Riosecu |
Habíamos conocido a Pinchu en un
mercado en San Martín de Luiña, en la costa, y muy amablemente, entre caña y caña,
y tras hablar de emprender y esas cosas que, a los que nos iniciamos en el
autotrabajo, monopoliza nuestras conversaciones y hasta nuestros sueños, nos
invitó a visitar la fábrica. Y allá que nos fuimos un par de días después, 90
kilómetros hacía el interior.
En el entorno del Parque Nacional
de Redes, en Rioseco en el concejo de Sobrescobio, junto al embalse del mismo
nombre, y en un entorno absolutamente espectacular, después de callejear y
subir una CUESTA con mayúsculas, llegamos a la fábrica. Allí, Pinchu y
Silvestre, maestros cerveceros, nos recibieron y amablemente nos explicaron cómo
se hace su cerveza artesanal de dos estilos distintos: Ale (de alta
fermentación) más lupular, y cerveza Amber (semitostada) donde predominan las maltas.
De cómo su actividad, además, sirve para relanzar un sector, el
agroalimentario, el más deficitario de la zona, que no olvidemos, se trata de
las cuencas mineras asturianas.
En la nave donde esta
se encuentra, se realiza el proceso productivo completo: la preparación del zumo,
la fermentación, el envasado, el etiquetado así como la comercialización. Hacen
un par de elaboraciones por semana, de 500 litros en 500 litros, ya que es una micro
cervecería, produciendo unas 2.500 botellas a la semana.
Para hacer cerveza, resumiendo:
calientan agua en los tanques y se llevan a un tanque macerador, donde se
empasta la malta entre 1 hora y media y dos horas, extrayendo todos los
azúcares de la malta al cocedero. En este momento, se regula la densidad del
mosto (que aún no es cerveza) regando por encima con agua caliente. En este
punto se añade el Lúpulo. Una vez que tiene la densidad adecuada, se lleva al punto
de ebullición, donde hierbe durante 1 hora y media, variando este tiempo según
el tipo de cerveza que se esté haciendo y del amargor que se le quiera dar. Una
vez hecho esto, hay que sacarlo y enfriarlo rápidamente, entre 16-24º.
Entonces, se lleva al fermentador, donde se le echa la levadura, la cual, cuando
se activa, hace que sus azúcares se coman el mosto de cebada, transformándolos
en gas y alcohol. Se le baja de nuevo la
temperatura para que la levadura se vaya quedando en el fondo, y así, ir
sacándola. Posteriormente, en un filtro de placas con papeles de celulosa, se
va filtrando la cerveza nuevamente, para eliminar todos los residuos de la
levadura. De ahí, una vez obtenida la cerveza, se lleva a la parte de la nave donde
se realiza el embotellado, y se gasifica por ellos mismos, para darle
siempre el mismo punto de gas. Y ya, solo queda ponerle la chapa y la pegatina.
Y tomarse una cervecita: ¡Salud!
Pinta muy bien..., en todos los sentidos...
ResponderEliminar¡Uhhhmmm! se me ha puesto la boca Homer Simpson.
ResponderEliminar¿Para cuándo la elaboración casera en AHQS ? creo que en el huerto se plantó cebada ¿?.
¡Ánimo, está genial!
He llegado hasta aquí de casualidad buscando información en internet. ¿Sabes si lo del filtrado es de ahora o si fue desde el primer día?
ResponderEliminarEs solo por saberlo, acabo de abrir una Pale Ale y no tenía ningún poso, pero la recordaba con ellos de un lote del año anterior, cuando la descubrí :-)
Un saludo!